2012/10/04

Maite Benavides: ¿Cuál es el propósito de la Educación? #purposedES

Autora: Maite Benavides
2º curso del Grado de Educación Primaria
E.U. Magisterio de Donostia
UPV/EHU

La respuesta a esta pregunta es más amplia y compleja de lo que parece en un principio. Según el Diccionario de la Real Academia Española: “educar  es promover el desarrollo o perfeccionamiento  de las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios y ejemplos”. En mi opinión, se trata de una definición correcta pero pobre y quizás también algo arcaica.  Además de lo citado, la educación conlleva un proceso de socialización, una concienciación cultural y conductual donde se asimilan normas y comportamientos de la sociedad a la que pertenecemos, pero sobre todo, debe servir para potenciar y guiar el desarrollo personal del individuo, lo que implica plantearse la educación como un proceso que va más allá de la mera transmisión de conocimientos.

Cuando hablamos de educación generalmente nos estamos refiriendo a situaciones relacionadas con el sistema educativo, la escuela, el currículo, la metodología, las competencias, el estilo docente, los problemas de aprendizaje, los criterios de evaluación, el desarrollo evolutivo o la organización del centro. Pienso que la facilidad con la que evocamos este tipo de imágenes que hacen referencia a procedimientos, técnicas o situaciones altamente normativizadas, es un reflejo de la fuerza con la que ha arraigado en el ambiente un concepto concreto de escuela. Una escuela entendida como contexto capaz de asumir en exclusiva ese desarrollo o perfeccionamiento de las facultades intelectuales y morales a las que hace referencia la Real Academia Española, es decir, la escuela como experiencia imprescindible para adquirir conocimientos y progresar en la vida.

Sin embargo, la educación no es un proceso exclusivo del ámbito escolar o académico. Sin duda alguna, la familia es el primer modelo a seguir para los niños y jóvenes y junto con el entorno (los amigos, los medios de comunicación, las creencias, la situación socio-económica, etc.), influye directamente en el desarrollo personal de cada ser humano. De hecho, estas circunstancias constituyen la base sobre la que se va construyendo la identidad de cada persona y definen en gran parte la manera con la que posteriormente  se irán asimilando los aprendizajes propuestos en el ámbito académico.

En esta primera institución, a la que se accede nada más nacer, los modelos educativos son poco explícitos y se transmiten de forma casi inconsciente e instintiva. Por eso consideramos que la institución educativa por excelencia es la escuela, contexto en el que cobra especial importancia la figura del maestro o maestra.            

En mi caso, como futura maestra y actual alumna, pienso que siendo importante la transmisión de ciertos conocimientos y saberes, esa transmisión debe ir acompañada de habilidades que permitan al individuo desenvolverse en la sociedad. Dicho de otra manera, el propósito de la educación sería el de proporcionar a los niños y niñas las herramientas curriculares, pedagógicas y afectivas necesarias para que puedan desarrollar sus capacidades, potenciar las habilidades que les faciliten la adaptación exitosa a las exigencias y circunstancias cambiantes de la vida y poder aspirar a ser felices.

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